¿No has pensado que a lo mejor no es que sea soso, sino que las conversaciones insustanciales me convierten el cerebro en diarrea mental?
¿Que, además de ser infructuosas y banales, no tienen sentido persé?
Que es un convencionalismo absurdo que no contribuye para nada con el estado emocional de nadie ni aportan una solución a ninguna problemática que se haya o no planteado.
¿No te has parado pensar que prefiero dedicar mi tiempo a cualquier sinsentido antes que embaucar a mi cerebro con conversaciones tan vacías?
Y digo conversaciones porque de alguna forma hay que llamarlas, pero no son otra cosa que una estupida, obsoleta y odiosa convención social de la que no quiero participar.