sábado, 7 de noviembre de 2015

¿Qué tal?

 ¿No has pensado que a lo mejor no es que sea soso, sino que las conversaciones insustanciales me convierten el cerebro en diarrea mental?

 ¿Que, además de ser infructuosas y banales, no tienen sentido persé?

 Que es un convencionalismo absurdo que no contribuye para nada con el estado emocional de nadie ni aportan una solución a ninguna problemática que se haya o no planteado.

 ¿No te has parado pensar que prefiero dedicar mi tiempo a cualquier sinsentido antes que embaucar a mi cerebro con conversaciones tan vacías?

 Y digo conversaciones porque de alguna forma hay que llamarlas, pero no son otra cosa que una estupida, obsoleta y odiosa convención social de la que no quiero participar.

lunes, 16 de junio de 2014

Libertad

Que se caiga el mundo a mis espaldas y se cierre cada puerta. Ya no importa que se paren las manillas como antes. Del silencio que me muestras salen llantos de otro tiempo. ¿Por qué no cruzar algo más tarde y esperar tan como siempre?

No hay un rito que se enfoque a tan alta voluntad. Solo estigmas olvidados que un día quisieron gritar. Y perderse en el invierno como aquellos días. Perderse entre estas líneas que no paran de bailar.

Se esconde entre el tiempo y deambula por las sombras. Hace tiempo que no sabe que todo el mundo la busca. Porque ya entre  cada instante ha perdido la noción. Porque ya entre cada intento, ha perdido la razón.

Gira y salta, flota y sueña, busca un lugar que no vendrá. Un sentido, el suspiro que caerá sin levantar. Por aquellos que lucharon y gritaron "libertad".

jueves, 24 de octubre de 2013

Microcuento III

Solía ser la más bonita de todas. Un buen día, la arrancaron del suelo y la pusieron en un frasco de agua, donde fue muriendo lentamente mientras hacía que alguien se sintiera la más bonita.

viernes, 30 de agosto de 2013

Despertar

Salgo de casa y, como siempre, miro al cielo. Parece que hoy el sol brilla por detrás de las nubes. Qué raro es esto de levantarse con fuerzas.

Ando. No sé muy bien hacia dónde, pero ¿qué más da? Cruzo la calle y atravieso el puente que me permite llegar al otro lado del río. Es curioso eso de pensar que la vida es tan efímera como increíble. Paseo por la ciudad y todo parece provenir de la misma fuente insípida y casi abandonada. Casi tengo que echar de mi mente ideas que se cuelan sin pedir permiso. No se dan cuenta de que llegan alborotadas y echan a las que previamente se expandían sin preocupaciones.

El río le da vida a la ciudad. Es como un claro en un bosque de edificios. Los peces nadan en él, ajenos a toda la red de pasiones que mueve el mundo. Y ¿quién no?

Pasan las horas y me parece raro todo este asunto de ser feliz. Es tan sencillo que no sé cómo no se me había ocurrido antes. Y sigo sin entender por qué los demás lo complican tanto.

No sé por qué he salido. Vuelvo a casa, te miro y, por fin una sonrisa.

viernes, 23 de agosto de 2013

Gris

Es curioso, piensas que el gris es un color y un día te das cuenta de que es un estado de animo.

Lunes. Bostezo, claro. Salgo de casa. Hace frío y mis pasos parecen perdidos. Miro sin ver, oigo sin escuchar, y leo sin entender. Pasa el tiempo y vuelvo sobre mis pasos. Me acuesto aún aturdido.

Martes. Miro por la ventana otra vez. Nada parece haber cambiado. ¿Siempre fue gris ese edificio? Hoy parece que soy más yo, casi tengo ganas del mundo. Pasa el tiempo y parece que no, no tengo ganas. Así que espero a mañana.

Miércoles. No me gusta este día, está como en medio. Hoy no tengo ganas de comer. Parece que tengo mucho por delante, y que he dejado cosas a medias ya... Mierda, odio el Miércoles.

Jueves. ¿Ya es Jueves? Pff, mañana es Viernes y no tengo planes, quizá salga a ver si cambio el mundo de una vez. ¿Dejar huella? ¿Marcar la diferencia? No sé, a lo mejor eso de hacer cosas no va conmigo. Hoy intento hacer las cosas bien. Intento. Hasta mañana.

Viernes. Me gusta el viernes, tengo tiempo para pensar en todas las cosas que no estoy haciendo. Tengo tiempo para mí mismo. Tengo tiempo para dejarlo todo para el Sábado. Hoy prefiero perder el tiempo. Me relaja, ¿me relaja?

Sábado. Me gusta levantarme pronto. Enciendo el ordenador y no hay nadie. Me siento como un superviviente en uno de esos apocalipsis de moda. Tengo todo el internet para mí solo. ¿Quién se levanta pronto un Sábado? Yo. Intento hacer algo interesante, pero es Sábado. Los sábados están ahí para que el Domingo nos sintamos mal. La noche del sábado es el preludio de mi Domingo. 

Domingo. Domingo. Me gustan los Domingos grises, son mis días favoritos. Sí, me levanto temprano. Hoy sí salgo a la calle. Vuelve a no haber nadie, me gusta. Ojalá llueva. Hoy escribo algo. Me queda tanto por leer que creo que mejor escribo. Adiós Domingo, te echaré de menos.

Y así es como el gris pasó de ser un color a un estado de ánimo. Me encantan mis gafas grises. Lo veo todo gris y me gusta. Joder, puedo pintarlo todo con mi mente, pero casi mejor el Domingo que viene. Hoy toca tachar lo que escribí ayer.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Microcuento II

Nació rodeada de caos. Toda la vida cayendo, cayendo sin más. Reflejos de sí misma alrededor, y estaba sola. Toda su vida cayendo para acabar muriendo estrellada contra un paraguas.

martes, 13 de agosto de 2013

Hoy no

Como las piernas que asoman en el fin de su vestido. Como el frío mes de Febrero y las mañanas de café. Una página de más en un día que más bien cuenta menos, y menos mal... Un sencillo aliento contra el viento que parece estar más cuerdo que cualquiera de nosotros por vivir en esta vida sin otra intención que desvanecerse muy despacio.

Y no, no hablo de esos suspiros de silencio, ni de oscuras soledades. Hablo más de ese pequeño hueco en el que nos encajan a la fuerza y donde parece ser que nadie busca ser feliz.

Levanto la taza mirando por la ventana de mi cuarto. Hay tanto ahí fuera que querría descubrir, que no entiendo cómo yo mismo me impido salir. Y me culpo a mí. Me culpo a mí porque solo yo soy el culpable de todo lo que aún no he logrado, de todo lo que me ha quedado pendiente en la bandeja de salida, de todo lo que nunca haré si sigo buscando más excusas.

De nuevo cierro la ventana para dejar de mirar esa novela, pues no se escribe sola y me queda mucho por leer.