martes, 13 de agosto de 2013

Hoy no

Como las piernas que asoman en el fin de su vestido. Como el frío mes de Febrero y las mañanas de café. Una página de más en un día que más bien cuenta menos, y menos mal... Un sencillo aliento contra el viento que parece estar más cuerdo que cualquiera de nosotros por vivir en esta vida sin otra intención que desvanecerse muy despacio.

Y no, no hablo de esos suspiros de silencio, ni de oscuras soledades. Hablo más de ese pequeño hueco en el que nos encajan a la fuerza y donde parece ser que nadie busca ser feliz.

Levanto la taza mirando por la ventana de mi cuarto. Hay tanto ahí fuera que querría descubrir, que no entiendo cómo yo mismo me impido salir. Y me culpo a mí. Me culpo a mí porque solo yo soy el culpable de todo lo que aún no he logrado, de todo lo que me ha quedado pendiente en la bandeja de salida, de todo lo que nunca haré si sigo buscando más excusas.

De nuevo cierro la ventana para dejar de mirar esa novela, pues no se escribe sola y me queda mucho por leer.

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