Plasmo mi esperanza en un acorde perdido, destruyo vanidades de los sueños que he elegido, espero en el camino de tu luz cualquier atisbo y vivo pensando y soñando en el paraíso.
Despierto cada noche creyendo que estoy contigo pero siempre me doy cuenta que no es tu sueño, solo el mio.
Me duelen los dedos de tanto llorar, yo siento cada lágrima como una cuerda más que escribe melodías improvisadas al vibrar.
Y siempre amaneciendo te veo tras el cristal, espero, siempre espero, no quiero dejarte atrás. Y siempre que te encuentro te escapas así, sin más. Gritando mil lamentos, desaparezco si te vas.
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