Sentir tus latidos desde un mundo que me pierda. Y volar de nuevo sobre ya tantas miserias. Esperar atento a que pase la tormenta que hará ver qué es lo que buscan las miradas que desprecias. Pero no. Hoy mis alas se han quedado quietas. Hoy no están dispuestas a volar sobre tus dudas que, corren a esconderse entre las sombras más oscuras. Y no, no hay más palabras que puedan nadar tranquilas en las aguas de problemas que se pierden sin ayuda. Si me buscas...
Si me buscas cuando miras detenidamente al cielo no hallarás más que tus dudas reflejadas en un duelo. ¿Qué más da? Si el cielo ruega mil susurros que no pueden con tus besos, si la lluvia pide ayuda ante los ojos más sinceros, si la noche tan difusa siente más que frío celos, si tu corazón no tiembla más que cuando pierde el miedo. Pierde el miedo...
Pierde el miedo a sentir y descubrir que no hay aquí otra circunstancia. Que si vuela ya tan alto es porque busca su esperanza, que se siente ya tan lejos que ahora busca la revancha. Y miedo...
Miedo a volver a equivocarse, a perder tantas miradas en las locas madrugadas, a sentir que está ya lejos de mis brazos rodeada. Pero lucha...
Pero lucha si es que quieres mis miradas como tuyas, lucha si te pierdes cuando te hundes entre dudas, lucha si es que esperas de mis labios lo que buscas...
Y no hay nada que me haga volar tan alto, nada que mueva mis alas tan lejos como tu encanto. Puede ser que pierda el rumbo en tan larga travesía, puede incluso que haga frío a esas alturas que me humillan. Pero me sobra valor para alcanzarte tan arriba, me sobra valor para retarte si me miras, me sobra esperanza para creer que es mi día.
Esperar mirando a que te pierdas si me miras, que no tendrán sentido sin mis labios ya tus días.
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