Miles de miradas atraviesan mi alma, mientras yo solo me quedo esperando a ver qué pasa.
Y no paran, no paran de hacer nada, estallan como el calor en primavera, se alteran como los sentidos en la guerra.
Y no esperan, no esperan a saber qué es lo que buscas, no esperan a entender qué te preocupa.
No hay tiempo, no hay tiempo de pararse y entenderse, no hay tiempo de pensar qué es lo que quieres. No hay tiempo que perder en nuestras vidas, que corriendo vuelan alto y se sienten a la deriva, perdidas. Perdidas como el viento que se busca, perdidas como estrellas decididas.
Perdidas como yo... cuando me miras.
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