domingo, 13 de mayo de 2012

Silencio, espada, alas.

Solo un silencio que acosa mi mente, que quiere pensar, que quiere sentir. Condenado para siempre en un ciclo mortal. No deja que quiera, ni pueda vivir. Solo una espada que ataca en mis ojos, que desprecia el contacto, que rompe lo inerte. Solo unas alas que guían mis labios, que siempre me alejan de todo el que siente, que nunca pregunta si quiero perderme.

¿Y si no quiero perder otra vez? ¿Y si no quiero volar o volver? De pronto me encuentro en un ciclo sin fin. No elijo el destino, pero quiero existir. Que ya nadie hablará de mi si estoy perdido, que todas las miradas sin sentido quedan desaparecidas, que no quiero verme, ni quiero volver. Que no quiero irme, ni quiero perder.

Así que despierta y elige otra vez, que quieres si puedes y no vueles más. Tus alas, silencio y espada detrás.

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