Decidió recuperar mil silencios escondidos, en las noches tan ocultos que parecen confundidos. Y no vuelven a volar cada noche sobre oscuro, no pueden sentir peso en cada paso hacia otro mundo. Pero ya nada ni nadie puede cambiar su mirada, que más fuerte que la lluvia corre y rompe las caricias, sometidas en un duelo a entender qués lo que pasa.
La sonrisa y su balada perdieron todo el sentido, de miradas de "te quieros" que ya no ceden al miedo. Y de nuevo vuelven nubes atrapadas en el tiempo, y de nuevo nadie sabe encontrar todo su fuego. Otra vez la oscura espera atrapó a la madrugada, otra vez se fueron horas cuando la escena acababa.
Que miran siempre cuando calla y sufren luego a sus espaldas. Que nadie tiene esa pureza ni le aguanta la mirada...
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